El primer piso «tokenizado» de Vigo no sale adelante

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

Los promotores devolvieron el dinero a una veintena de inversores porque sus abogados izaron la bandera roja ante la falta de desarrollo de la nueva ley del mercado de valores

03 may 2024 . Actualizado a las 23:58 h.

Hace casi un año, la promotora InToken lanzó a la venta el primer piso tokenizado de Vigo, de tres habitaciones y situado en A Miñoca, por 180.000 euros en lo que prometía ser una gran aventura y experiencia tecnológica. Todo se fue al traste y se paralizó por consejo de los abogados, que izaron la bandera roja al detectar inseguridad jurídica. Devolvieron todo el dinero a casi una veintena de inversores y les pidieron disculpas por el tiempo perdido. Al final, el piso fue vendido por el método tradicional a un único comprador.

El proyecto se paralizó tras conocerse la nueva regulación de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que exige que la venta de pisos tokenizados cuente con la figura de un certificador que valide el blockchain (por ejemplo, en España suele ser un banco). El problema surgió porque, según fuentes del sector, la nueva normativa no desarrolla cómo es esa figura que debe dar las garantías. Ante el riesgo de incurrir en una ilegalidad y arriesgarse a una multa, los socios que vendían el piso devolvieron todo el dinero a sus compradores (había casi una veintena que habían adquirido participaciones por 100.000 euros).

Los inversores podían comprar tokens (participaciones digitales) por valor de 200 euros cada una, lo que les daría derecho a percibir sus rentas de alquiler o reventa de forma automatizada, así como por los derechos de explotación sobre un inmueble y las plusvalías generadas si se vendía.

La promotora logró vender gran parte del inmueble por 100.000 euros a cerca de veinte inversores. Algunos llegaron a pagar 15.000 euros por sus participaciones digitales. Sin embargo, tras conocer la regulación del mercado de valores sobre la tokenización inmobiliaria, los abogados les aconsejaron paralizar todo hasta que el Estado arreglase las lagunas en la regulación.

Uno de los socios, Antonino Comesaña (confundador de la Asociación Galega de Blockchain e IoT), explica la razón que les llevó a paralizar el proyecto: «Esto no nos da de comer. Nos hacía más ilusión que en Galicia hubiese un proyecto como este que lo de ganar dinero. Decidimos pararlo hasta que se aclare la regulación, queremos dormir tranquilos por la noche, que no surja una sorpresa y te caiga la del pulpo. Teníamos vendido casi todo, vamos a esperar a que se arreglen las circunstancias de la regulación», afirma Comesaña.

Recuerda que otra empresa similar ignoró las normas de la CNMV y «fueron a por ellos». «Nadie se quiere arriesgar, si te ponen en el punto de mira te pueden caer multas de las gordas. La ley no está desarrollada como debe ser», indica Comesaña.

Este experto añade que «no hace falta ser un genio para saber que cuando este mercado madure se lo van a quedar los bancos porque tienen los pisos, las bases de datos de los clientes y pueden ser certificadores de blockchain. El negocio va a estar en vender pisos a trozos, tokenizado, en vez de ofrecerlo entero», dice .