Opción de darle jaque al descenso

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

Oscar Vázquez

El Celta, con Larsen como novedad en el once, recibe a un Villarreal en modo avión, pero con la opción de dejar la zona roja a ocho puntos

05 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El Celta está ante la oportunidad esta tarde de poner en jaque el descenso si es capaz de superar a un Villarreal que llega a Balaídos en modo avión y en busca de la plaza continental para el próximo curso. El Cádiz, el más directo rival de los celestes por la supervivencia, perdió en la tarde de ayer en el Bernabéu y el equipo de Claudio Giráldez tiene garantizado que mantendrá los cinco puntos de ventaja, pero una victoria elevaría el botín a ocho cuando quedarían doce por disputarse.

El Celta se ha convertido en un funambulista. Lleva tanto tiempo en el alambre que ya es su hábitat natural, pero el paso de esta tarde no es nada sencillo. El Villarreal llega a Vigo con números de Champions en la segunda vuelta, después de pasarle por encima al Rayo, que fue un muro para el Celta, y con Sorloth metido de lleno en la lucha por el podio goleador de la liga. Gerard Moreno, el otro cazagoles amarillo, se quedó en casa por lesión.

Pero el submarino tiene un problema compartido con los célticos: los goles encajados. De hecho, llevan cinco más en contra (55 frente a 50), pero arriba tienen mucha más pólvora. El Celta debe intentar aprovechar esa grieta, pero al mismo tiempo, meter más hormigón en su retaguardia. De lo contrario, podría perder el equilibrio en ese delgado cable imaginario del que nunca se ha caído desde el 2012.

La batalla por la posesión será el primer reto. Los dos quieren el balón, pero tanto el Celta como el Villarreal también han demostrado que pueden esperar y jugar a la contra. Al margen del control del esférico, los célticos saben que robar alto es otro bien preciado.

En una contienda con reminiscencias a una partida de ajedrez, el que pierda la batalla por la pelota jugará con negras. Por eso, todo indica que Claudio Giráldez hará cambios en la sala de máquinas para dar cabida a un jugador de buen pie, y al mismo tiempo sacrificado, como Luca de la Torre, uno de los futbolistas que mejor se pueden asociar con Óscar Mingueza y con Iago Aspas, dos hombres fundamentales en el tablero celeste.

En ataque, los vigueses recuperan a Larsen, convertido en el rey del gol con once dianas y camino del pichichi celeste. Con el noruego, el Celta podría repetir la fórmula del tridente de ataque que dio buena cuenta del Las Palmas con Iago Aspas y Williot Swedberg. El sueco ha pasado del ostracismo a dejar fuera de la convocatoria a Jonathan Bamba, el fichaje estrella del pasado verano.

En la retaguardia también se anuncian movimientos. Jailson se ha ganado el derecho a seguir en el once y el Celta, después de lo visto ante el Alavés, necesita contundencia, de ahí que una vuelta de tuerca venga en camino en la línea de tres centrales para un duelo crucial. Carlos Domínguez, que podría pegarse con Sorloth, es el más fijo para Claudio hasta el momento. Manquillo, que atesora el bien de la polivalencia, podría tener también su opción de volver a la formación inicial, ya sea en el carril o como central. Todos, con la obligación de dar un cambio radical con respecto al encuentro ante el Alavés y de salir al campo a tope de intensidad. Está en juego la gran evasión.