El Manchester City aprieta al Arsenal y la Premier League

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Molly Darlington | REUTERS

Los «citizens», con un partido menos, se imponen al Forest para seguir en la pelea por el título ante el equipo de Arteta, líder con un punto más

28 abr 2024 . Actualizado a las 22:16 h.

La Premier League ya es solo cosa de dos. Un mano a mano feroz entre el Arsenal, líder con 80 puntos, y el Manchester City, segundo con tan solo uno menos (79). Eso sí, a los de Guardiola todavía les queda una bala guardada en la recámara para este asalto: tienen un partido menos que los de Arteta —el que aplazaron ante el Tottenham por las semifinales de la FA Cup—. Los citizens lograron una victoria fácil ante el Nottingham Forest (0-2) que les permite depender de sí mismos para ganar, por cuarta vez consecutiva, la liga inglesa. Un título del que este fin de semana dimitió el Liverpool.

Sin grandes alardes, pero con la superioridad innata y su pegada inigualable, los de Mánchester se llevaron el triunfo en el City Ground. El oportunismo de Gvardiol, la brillantez de Kevin de Bruyne y el reencuentro de Erling Haaland con el gol fueron el resto de notas positivas de la visita al equipo entrenado por el exdeportivista Nuno Espírito Santo, que está a un punto de caer al abismo.

El central croata adelantó al City. No lo hizo como ante el Madrid, con un gran gol desde fuera del área, sino que esta vez apareció al primer poste. El primer paso, sorprender al rival, lo había bordado. Cabeceó un caramelo de De Bruyne que terminó en el fondo de la red. El belga ejerció —cómo no— de figura diferencial ante la desconexión de Julián Álvarez y la falta de peligro de Bernardo Silva. Buscó el gol con un disparo al palo largo, pero se topó con un Matz Sels que atajó el esférico.

La entrada de Haaland despertó al equipo de Mánchester, confiado o dormido desde el primer tanto. El noruego lo cambió todo. El City empezó a buscarle las cosquillas al Nottingham. Y el 9 no perdonó. Mano a mano ante Murillo, recorte y definición. No necesitó más.

Antes de que comenzase la incesante presión citizen fue el turno del Arsenal, que se llevó el derbi del Norte de Londres ante el Tottenham (2-3). Los de Arteta entraron con todo al encuentro. Provocaron la tormenta perfecta, dejando KO a los Spurs con una pegada gigantesca en la primera parte. Gracias a los goles de Hojbjerg en propia puerta, Bukayo Saka y Havertz el encuentro parecía sentenciado. Pero nada más lejos de la realidad.

Al Arsenal le tocó sufrir y desempeñar un gran ejercicio de resistencia hasta el pitido final condenado por sus propios errores. Un fallo de David Raya abrió el partido a los locales. El meta español controló una cesión con la derecha e intentó jugar el esférico con la izquierda hacia Thomas, pero no pudo pasar por encima de Romero. Muy pillo, adivinó el pase y batió al portero. Era el minuto 64 y el Tottenham fue decidido a por el derbi. Heung Min Son anotó el segundo desde el punto de penalti. Se palpaba emoción y nerviosismo a partes iguales, pero el encuentro finalizó favoreciendo a los gunners.

El Liverpool se aleja

Diluido en mitad de una guerra entre Klopp y Salah, el Liverpool se bajó del tren que tiene como destino final la Premier. Los Reds empataron el sábado ante el West Ham (2-2) para cerrar una nefasta semana en la que cayeron en casa del Everton (2-0). El jugador egipcio, que no atraviesa su mejor momento en cuanto a forma física se refiere, volvió a ser suplente. El técnico recurrió a él en el 79, con el partido ya empatado, y en ese momento se desató la crisis. El alemán se acercó a decirle algo a Salah, quien estalló con aspavientos, gritos y hasta mandó callar al técnico. Tuvo que intervenir Darwin para frenar al egipcio. «Si hablo hoy habrá fuego», comentó el extremo. Más calmado, e inteligente, estuvo Klopp, quien dio por zanjado el problema en rueda de prensa.