Tonecho Lorenzo: «El Obradoiro es sufrimiento, sentimiento y estar ahí»

Manuel García Reigosa
M. G. Reigosa SANTIAGO / LA VOZ

ANDAR MIUDIÑO

Álvaro Ballesteros

El legendario 14 confía en el nivel que está mostrando el equipo para la recta final de la temporada

06 may 2024 . Actualizado a las 20:53 h.

El número 14 del Obradoiro solo tiene un nombre, el de Tonecho Lorenzo. Luce en lo alto de Sar y ya nadie más lo puede utilizar. La suya es una de las voces que puede hablar en primera persona de varias de las etapas de un club al que llegó en el año 1971.

—¿Cómo está el nivel de nervios y tensión de cara a estas dos jornadas que restan?

—Lo peor de todo es tener que ver lo que hacen los otros de reojo, porque no dependemos de nosotros mismos. Pero también veo que hay posibilidades y en eso es en lo que nos tenemos que centrar, en hacer la parte que depende de nosotros.

—¿Alguna vez el Obradoiro ha seguido la ruta más sencilla?

—La verdad es que somos un club de conseguir las cosas con mucho sufrimiento. Recuerdo el ascenso en Mataró. Al descanso perdíamos de trece y estaba muy complicado. Estamos acostumbrados a que aquí las cosas siempre son difíciles. Incluso el año que acabamos octavos y jugamos el play off, costó muchísimo conseguirlo. O el último ascenso. Después de estar en cabeza de la clasificación mucho tiempo, nos lo acabamos jugando en el play off. Obradoiro es de obrar, de trabajar. No es lo mismo que ser del Madrid o del Barcelona. El Obradoiro es sufrimiento, sentimiento y estar ahí.

—El sufrimiento tampoco le cierra todo el hueco a los momentos dulces. Seguro que recuerda más de uno.

—Por supuesto. Los ascensos siempre son especiales. También el año que quedamos campeones de España de Segunda División. Y, aunque pueda parecer extraño, también aquella eliminatoria con el Murcia, la de Esteban Pérez. Teníamos la razón de nuestro lado y no sé por qué tardaron tanto tiempo en darla.

—¿Y los más amargos?

—Pues diría que esa etapa en la que gracias a Docobo y Mato, y a quienes colaboraron más directamente con ellos, el club pudo aguantar en circunstancias muy difíciles.

—Cuando echa la vista al frente, más allá de este semana, ¿qué ve?

—Veo que si seguimos en la ACB ya serían catorce temporadas seguidas. Estar en esta Liga tanto tiempo con un presupuesto como el que maneja el Obra tiene un mérito enorme. Podemos conseguirlo. Y si no es el caso, tampoco hay que rasgarse las vestiduras. Hace quince años estábamos como el Palencia. Después del primer año en la ACB bajamos, y volvimos al primer intento, que tampoco es nada fácil. El club gestionó bien aquel momento, con un proyecto que dio muy buenos resultados.

—¿Es optimista?

—Lo que veo es que el equipo ha dado un paso adelante y está siendo más competitivo. Es imposible estar los cuarenta minutos ganando de veinte. Pero está sabiendo sobreponerse. El día de Manresa, pese a perder, hubo momentos de muy buen baloncesto. En Bilbao el equipo estuvo bien, y contra el Andorra, este sábado, muy bien. Ahora hay que pensar solo en tratar de ganar en Palencia.